CONSERVAR LOS DIENTES SANOS ES CUESTIÓN DE HIGIENE Y BUENOS HÁBITOS.

La odontología Conservadora se encarga de reconstruir los dientes que están dañados por caries, desgastes o traumatismos. Esto incluye las obturaciones (comúnmente llamadas empastes), reconstrucciones, incrustaciones o postes. Se trata de reemplazar la estructura dentaria perdida para mantener el diente en la boca y que siga conservando su función masticatoria, fonatoria y estética.

Esta disciplina es importante ya que ocupa el mayor porcentaje de actos clínicos en un centro dental de especialidades. Es muy importante realizar un trabajo minucioso, ya que de lo contrario los dientes seguirán deteriorándose y finalmente habrá que extraerlos.​

Nuestro objetivo siempre será conservar sus propios dientes en el mejor estado posible. Para ello es preciso realizar visitas regulares al menos una o dos veces al año. Si hay sospecha de lesiones se recurre a radiografías para poder diagnosticar con la mayor precisión y detectar los problemas precozmente. Recuerde que los problemas pequeños requieres tratamientos sencillos, y los problemas grandes por falta de control o revisiones pueden dar lugar a terapias más costosas y duraderas.​

Chequeo

El chequeo regular es esencial, en los adultos por supuesto, pero especialmente en los niños.​